En experiencias realizadas por la Academia de Ciencias de Rusia, fue verificado que el ADN emite fotones y al mismo tiempo tiene la capacidade de interactuar con fotones emitidos en frecuencias resonantes. Estas frecuencias pueden ser emitidas por la refracción de la luz proporcionada por la arcilla.
La actuación fotónica en el ADN también es descripta por la actuación en la banda de frecuencias mentales. Así, el uso de la arcilla y su capacidade de refracción fotónica puder actuar de forma ressonante sobre el sistema nervioso central y las emociones.