Las propriedades de refracción de la arcilla permiten que descomponga la luz solar en espectro de frecuencias compatibles con el ADN y las frecuencias mentales, permitiendo la interacción con el Sistema Nervioso Central y las emociones.

REFRACCIÓN DE LA LUZ POR LA ARCILLA

Los elementos cristalinos existentes en los variados tipos de arcilla se manifiestan de las más diferentes formas, como piezoelectricidad, luz, presión y calor, con sus espectros llegando a las frecuencias de las ondas identificadas en el electroencefalograma. Estas energias interfieren en el cuerpo humano, alterando sus patrones vibracionales, proporcionando propiedades específicas para uso en diversas terapias.

La refracción de la luz caracteriza cada elemento por sus índices de refracción (IR). El passo de la luz por densidades diferentes, como el aire y el cristal y nuevamente aire, modifica su velocidade causando un desvio en su trayectoria, alterando su frecuencia vibracional. Así, los diferentes tipos de arcilla con sus respectivos elementos actuan como vehículos energéticos de diferentes formas sobre el cuerpo humano, restableciendo el equilibrio dinámico, y por conse- cuencia, la funcionalidade saludable de todo el ser vivo (CREA, 1992; SCHUMANN, 1995).